Romper ayuno 22 de abril: 10:00 – 10:58am
RECETAS
SOPA
DE AGUACATE Y ESPINACAS (crudivegano)
Ingredientes:
1
cucharada sopera de zumo de lima o limón
300
gr. de tomates cherry o de temporada
4
ramitas de apio
60
gr. espinacas tiernas
Sal
y pimienta al gusto
Preparación:
Bate
los tomates con el zumo de limón. Luego añade progresivamente el apio y
finalmente las espinacas y el aguacate, la sal y la pimienta. Batir hasta
conseguir la consistencia deseada. Si lo deseas puedes añadir algunos
tomates cherry troceados en la sopa. Deja reposar durante al menos 20 minutos y
sirve.
TARTA DE FRUTAS (crudivegano)
2
Tazas. dátiles
2
T. almendras remojadas
1
cudta. anís
1pizca
sal
Preparación: Triturar
las almendras en el robot o picadora. Mientras el robot está procesando las
almendras, ir añadiendo los dátiles en uno a uno (o dos a dos).Añadir la sal y
el anís. Moldear la base en un molde para tartas (o en un
plato) dejando un borde por los lados.
Ingredientes
para el Relleno
1
Plátano cortado en rodajas finas
1
Mango, cortado en dados
1
Manzana, cortada en dados
Zumo
de una naranja/mandarina
Zumo
de medio limón Canela
Preparación: Colocar
las rodajas de plátano encima de la base, formando una capa. En un bol, colocar
el mango, manzana, zumo de naranja y limón y mezclar. Poner encima del plátano
dentro del molde y rociar con canela.
Conoce la verdadera história de Kamada
Ekadasi
Sri Suta
Gosvami dijo “Oh sabios, permitan que ofrezca mis humildes y respetuosas
reverencias al Señor Supremo Hari, Bhagavan Sri Krsna, el hijo de Devaki y
Vasudeva, por cuya misericordia puedo describir el día de ayuno que remueve
toda clase de pecados. Fue al devoto Yudhisthira a quien el Señor Krsna
glorificó los veinticuatro Ekadasis primarios que destruyen el pecado y ahora
yo les narraré uno de estos relatos. Grandes sabios eruditos han seleccionado
estas veinticuatro narraciones de los dieciocho Puranas, pues ellos son
ciertamente sublimes.
Maharaja
Yudhisthira dijo, ‘Oh Señor Krsna, Oh Vasudeva, por favor acepta mis humildes
reverencias. Por favor descríbeme el Ekadasi que ocurre durante la parte clara
del mes de Caitra (Marzo-Abril). Cuál es su nombre, y cuáles son sus glorias?’.
El Señor Sri
Krsna replicó, “Oh Yudhisthira, por favor escúchame atentamente mientras relato
la antigua historia de este sagrado Ekadasi, una historia que Vasistha Muni
relatara una vez al Rey Dilipa, el bisabuelo del Señor Ramacandra.
El Rey Dilipa
pidió al gran sabio Vasistha, “Oh brahmana sabio, deseo oír sobre el
Ekadasi que aparece durante la parte clara del mes de Caitra. Por favor, descríbemelo”.
Vasistha Muni
replicó, “Oh rey, tu inquisitoria es gloriosa. Con agrado te diré lo que deseas
saber. El Ekadasi que ocurre durante la quincena clara de Caitra se llama Kãmada
Ekãdasi. Consume todos los pecados, como un fuego forestal consume la leña
seca. Es muy purificante y dispensa el mérito más elevado sobre quien lo
observe fielmente. Oh rey, oye ahora una antigua historia, que es tan meritoria
que remueve todos los pecados individuales simplemente por ser oída.
Una vez, hace
mucho tiempo, había una ciudad-estado llamada Ratnapura, que estaba decorada
con oro y joyas y en la cual serpientes de dientes afilados disfrutaban de la
intoxicación. El Rey Pundarika era el regente de este muy hermoso reino, el
cual agrupaba a muchos Gandharvas y Apsaras entre sus ciudadanos.
Entre los
Gandharvas estaban Lalita y su esposa Lalita, quien era una danzarina amorosa
especial. Ambos se sentían muy atraídos el uno por el otro y su hogar estaba
lleno de gran riqueza y fina comida. Lalita amaba a su esposo y el asimismo
siempre pensaba en ella en su corazón.
Una vez, en la
corte del Rey Pundarika, había muchos Gandharvas bailando y Lalita estaba
cantando solo, sin su esposa. El no podía dejar de pensar en ella mientras
cantaba y debido a su distracción perdió la métrica y melodía de la canción.
Ciertamente, Lalita cantó el final de su canción de un modo inapropiado y una
de las serpientes envidiosas que había asistido a la corte del rey se quejó a
este de que Lalita estaba absorto en pensar en su esposa en vez de hacerlo en
su soberano. El rey se puso furioso al oír esto y sus ojos se pusieron rojos de
ira. Súbitamente gritó, ‘Oh necio bribón, dado que estuviste pensando
lujuriosamente en una mujer en vez de pensar con reverencia en tu rey mientras
realizabas los deberes de la corte, yo te maldigo para que te conviertas en un
caníbal!’. Oh rey, Lalita de inmediato se convirtió en un caníbal feroz, un
gran demonio comedor de hombres, cuyo aspecto aterrorizaba a todos. Sus brazos
medían ocho millas de largo, su boca era tan enorme como una cueva, sus ojos
tan imponentes como el sol y la luna, sus fosas nasales parecían enormes fosas
en la tierra, su cuello era una verdadera montaña, sus caderas medían cuatro
millas de ancho y su cuerpo gigantesco se alzaba por una altura total de
sesenta y cuatro millas. Así pues, el pobre Lalita,
el encantador trovador Gandharva, tuvo que sufrir la reacción de su ofensa
contra el rey Pundarika.
Al ver a su esposo
sufriendo como un horrible caníbal, Lalita se llenó de dolor. Ella pensó, ‘Ahora
que mi querido esposo está padeciendo los efectos de la maldición del rey, cuál
será mi destino? Qué haré? A dónde iré?’. De esta forma Lalita se lamentaba
noche y día. En lugar de disfrutar de la vida como una esposa Gandharva, ella
debió vagar por todas partes en la espesura del bosque junto a su monstruoso
esposo que había caído completamente bajo el hechizo del conjuro del rey y se
ocupaba en terribles actividades pecaminosas. El deambuló audazmente a través
de regiones prohibidas, el una vez hermoso semidiós Gandharva, ahora reducido
al comportamiento fantasmal de un antropófago. Profundamente afectada al ver a
su esposo sufriendo tanto en su condición, Lalita lloraba mientras realizaba su
loco recorrido.
Sin embargo,
por buena fortuna, un día Lalita llegó hasta el sabio Srngi, quien se hallaba
sentado en el pico de la famosa Colina Vindhyacala. Se le acercó ofreciendo de
inmediato sus respetuosas reverencias al asceta, quien al verla inclinada
delante de él dijo, ‘Oh hermosa, ¿ quién
eres? ¿ De quién eres hija y porqué has
venido aquí? Por favor, dime toda la verdad.’ Lalita replicó, ‘Oh gran sabio,
soy la hija del gran Gandharva Viradhanva, y mi nombre es Lalita. Vago por los
bosques y llanuras con mi querido esposo, a quien el Rey Pundarika ha maldecido
para que se convirtiera en un demonio antropófago. Oh brahmana, estoy
sumamente afligida de ver su forma feroz y sus terribles actividades
pecaminosas. En nombre de mi esposo, ¿ qué actos piadosos puedo realizar para
liberarlo de esa forma demoníaca, oh, el mejor de los brahmanas?’ El
sabio replicó, “Oh doncella celestial, hay un Ekadasi llamado Kamada, que
ocurre en la
quincena clara del mes de Caitra. Pronto llega. Quienquiera ayune en ese día,
tiene todos sus deseos cumplidos. Si tú observas ese ayuno Ekadasi de acuerdo a
sus reglas y regulaciones y concedes el mérito así obtenido a tu esposo, el será
librado de la maldición de inmediato”. Lalita se llenó de alegría al oír estas
palabras del sabio. Lalita observó fielmente el ayuno de Kamada Ekadasi de
acuerdo a las instrucciones del sabio Srngi y en Dvadasi ella apareció delante
de él y de la Deidad del Señor Vasudeva y dijo, “He observado fielmente el
ayuno de Kamada Ekadasi. Por el mérito acreditado mediante mi observancia de
este ayuno, permite que mi esposo sea librado de la maldición que lo ha
convertido en un terrible caníbal. Que el mérito que he ganado lo libere en tal
sentido de la miseria”.
En cuanto
Lalita terminó de hablar, su esposo, que estaba parado cerca de ella, fue de
inmediato liberado de la maldición del rey. El de inmediato recuperó su forma
original como el Gandharva Lalita, un apuesto trovador celestial, adornado con
muchos ornamentos hermoso. Entonces, con su esposa Lalita pudo disfrutar de una
mayor opulencia que antes. Todo esto fue logrado por el poder y la gloria de
Kamada Ekadasi. Finalmente, la pareja de Gandjarvas abordó un aeroplano
celestial y ascendió al cielo.
El Señor Sri
Krsna continuó, “Oh Yudhisthira, el mejor de los reyes, quienquiera oiga esta
hermosa narración ciertamente habrá de observar el sagrado Kamala Ekadasi con
lo mejor de su capacidad, tal es el gran mérito que dispensa sobre el devoto
fiel. Por eso te he descrito sus glorias, para beneficio de toda la humanidad.
No hay un Ekadasi mejor que Kamada Ekadasi. Puede erradicar incluso el pecado
de matar a un brahmana, y también anula las maldiciones demoníacas y
limpia la conciencia. En los tres mundo, entre los seres móviles e inmóviles,
no existe un día mejor”.
Así termina la
narración de las glorias de Caitra-sukla Ekadasi o Kamada Ekadasi, del
Varaha Purana.