domingo, 25 de noviembre de 2012

Utpanna Ekadasi: 9/12/2012



RECETAS

Romper ayuno 9 DICIEMBRE: 11:34 am


Crema de calabacín manzana y chirivia
Ingredientes:
2 calabacines medianos
1chirivia
1 manzana
una taza de leche o nata (opcional)
Hojas frescas de menta, romero o albahaca.
Aceite de oliva, sal y pimienta
Piñones o nueces trituradas.

Procedimiento:
Lavar bien todas las verduras y trocear en forma de cubos.
Rehogar las verduras en aceite de oliva a fuego medio durante 5-8 minutos.
Salpimentar y añadir un litro de agua, subir el fuego y cuando rompa a hervir reducir el fuego de nuevo. Dejar hervir durante 15 minutos mas.
Añadir la nata o la leche y dejar reposar unos minutos. Triturar y servir con unas hojas frescas de menta u otra hierva aromática y frutos secos triturados.

Pimientos rellenos de puré de patata
Ingredientes:
2 pimientos rojos pequeños
4 patatas
150 g. De calabaza rallada
30 g. pasas
2 C.S. de perejil fresco, romero y tomillo.
Sal, pimienta y aceite de oliva

Procedimiento:
Hervir las patatas enteras con piel hasta que estén tiernas. Pelar y reducirlas a puré con un poco de leche si se quiere. Mezclar con la calabaza rallada, las pasas, las hiervas aromáticas y las pasas. Salpimentar.
Lavar los pimientos, quitarles el tallo con cuidado y reservar, ya que debe quedar entero en forma de tapa. Rellenar con el puré con la ayuda de una cuchara. Untar con aceite la piel del pimiento, tapar de nuevo el hueco del pimiento con el tallo. Y hornear 30-40 minutos en el horno a potencia alta (180-200 ºC).

Conoce la historia Védica de la 1ª Utpanna Ekadasi
Suta Gosvami dijo, “Oh brahmanas eruditos, hace mucho tiempo, el Señor Sri Krsna, la Suprema Personalidad de Dios explicó las glorias auspiciosas de Sri Ekadasi y las reglas y regulaciones que gobiernan cada observancia del ayuno en ese día sagrado. Oh los mejores de los brahmanas, quienquiera oiga sobre los orígenes y glorias de estos ayunos sagrados de los días Ekadasi, va directamente a la morada del Señor Visnu tras disfrutar de muchas clases diferentes de felicidad en el mundo material.
Arjuna, el hijo de Prtha, preguntó al Señor, ‘Oh, Janardana, cuáles son los beneficios piadosos del ayuno completo, tomando solo la merienda, o comiendo una sola vez al mediodía en Ekadasi, y cuales son las regulaciones para observar los diversos días de Ekadasi? Ten la amabilidad de narrarme todo esto’.

El Señor Supremo, Krsna, replicó, ‘Oh, Arjuna, al principio del Invierno, en el Ekadasi que ocurre durante la quincena oscura del mes de Margasirsa (Noviembre-Diciembre), un novicio debe comenzar su práctica de observar un ayuno en Ekadasi. En Dasami, el día anterior a Ekadasi, debe limpiar bien sus dientes. Seguidamente, durante la octava porción de Dasami, justo cuando el Sol está por ponerse, debe ingerir la merienda.
A la mañana siguiente, el devoto debe hacer un voto, de acuerdo con las reglas y regulaciones, de observar el ayuno. A mediodía, debe bañarse apropiadamente en un río, lago o laguna. Un baño en el río es más purificante que el tomado en un lago y un baño en una laguna es el menos purificante. Si no hubiera un río, lago o laguna a disposición, debe bañarse con el agua de un pozo.

El devoto debe entonar esta plegaria que contiene los nombres de la Madre Tierra: “Oh Asvakrante! Oh Rathakrante! Oh Visnukrante! Oh Vasundhare! Oh Mrttike! Oh Madre Tierra! Ten la amabilidad de remover todos los pecados que he acumulado a través de todas mis muchas vidas pasadas, de modo que pueda ingresar a la morada sagrada del Señor Supremo”. A medida que el devoto canta, debe untar barro sobre su cuerpo.
Durante el día del ayuno, el devoto no debe hablar con quienes se han apartado de sus deberes religiosos, los comedores de perro, los ladrones o los hipócritas. También debe evitar hablar con los matadores; con quienes abusan de los semidioses, las literaturas Védicas o los brahmanas, o cualesquiera otras personalidades malvadas, como ser los que tienen sexo con mujeres prohibidas, (1) los conocidos como saqueadores o los que roban los templos. Si se hablare con cualesquiera de tales personas o si fueran siquiera vistas en Ekadasi, uno debe auto-purificarse mirando directamente al Sol.

Luego el devoto debe adorar respetuosamente al Señor Govinda con comida de primera clase, flores y demás. En su hogar, debe ofrecer al Señor una lamparilla en conciencia devocional pura. También debe evitar dormir durante el período diurno y abstenerse del sexo por completo. Ayunando de toda comida y agua, debe entonar alegremente las glorias del Señor y ejecutar instrumentos musicales para Su placer durante toda la noche. Tras permanecer despierto toda la noche en conciencia pura, el adorador debe dar caridad a los brahmanas calificados y ofrecerles sus humildes reverencias, rogando su perdón por sus ofensas.

Quienes son serios respecto al servicio devocional deben considerar el Ekadasi que ocurre durante las quincenas oscuras tan buenos como los que ocurren durante las quincenas claras. Oh, rey, nunca se debe discriminar entre estas dos clases de Ekadasi.
Por favor, escucha ahora mi descripción de los resultados obtenidos por quien observe Ekadasi de este modo. Ni el mérito que se recibe por tomar un baño en el sitio sagrado de peregrinaje conocido como Sankhoddhara, donde el Señor mató al demonio Sankhasura, no el mérito que se recibe al ver al Señor Gadadhara directamente, es igual a una décimo sexta parte del mérito obtenido por ayunar en Ekadasi. Se explica que por dar caridad en un Lunes de Luna llena, se obtiene cien mil veces los resultados de la caridad ordinaria. Oh conquistador de riqueza, aquel que da caridad el día del sankranti (equinoccio) alcanza cuatrocientas mil veces el resultado ordinario. De todos modos, simplemente por ayunar en Ekadasi se obtienen todos estos resultados piadosos, así como cualesquiera resultados piadosos obtenga uno en Kuruksetra durante un eclipse de Sol o de Luna. Además, el alma fiel que observa el ayuno completo en Ekadasi, logra cien veces más mérito que quien ejecute un Asvamedha-yajña (sacrificio de caballo). Aquel que observe tan solo un ayuno Ekadasi perfectamente, acredita el mismo mérito que quien alimente a cien mil mendicantes cada día, por sesenta mil años. Y una persona que observe Ekadasi tan solo una vez, acredita diez veces más mérito que una persona que de mil vacas en caridad a un brahmana versado en los Vedas.

Una persona que alimente tan solo a un brahmacari gana diez veces más mérito que quien alimente a diez brahmanas buenos en su propia casa. Empero, mil veces el mérito obtenido por alimentar a un brahmacari es obtenido por donar tierra a un brahmana respetuoso y necesitado, y mil veces más que eso es obtenido por entregar a una muchacha virgen en matrimonio a un hombre responsable y educado. Diez veces más beneficioso que eso es educar a los hijos con propiedad en el sendero espiritual, sin esperar nada a cambio. Diez veces mejor, es aún dar granos alimenticios al hambriento. Ciertamente, el dar caridad a los necesitados es lo mejor de todo, y nunca ha habido ni habrá jamás una mejor caridad que ésta. (2) Oh hijo de Kunti, todos los antepasados y semidioses en el Cielo se satisfacen mucho cuando alguien da granos alimenticios en caridad. Pero el mérito que se obtiene por observar un ayuno completo en Ekadasi, no puede ser medido. Oh Arjuna, el mejor de todos los Kurus, el poderoso efecto de este mérito es inconcebible incluso para los semidioses, y la mitad de dicho mérito es obtenida por quien ingiere solo la merienda en Ekadasi.
Por consiguiente, se debe observar el ayuno en el día del Señor Hari, ya sea comiendo una sola vez al mediodía, absteniéndose de los granos y garbanzos; comiendo una sola vez al anochecer, absteniéndose de los granos y garbanzos, o ayunando completamente. Los procesos de quedarse en los sitios de peregrinaje, dar caridad y celebrar sacrificios de fuego pueden ser jactanciosos hasta que llega Ekadasi. Por lo tanto, todo aquel que tema a las miserias de la existencia material debe observar Ekadasi. En Ekadasi no se debe beber agua de una caracola, matar entidades vivientes como ser cerdos o peces, ni comer granos ni habas de ningún tipo. Así pues, te he descrito, Oh Arjuna, el mejor de todos los métodos de ayuno, en respuesta a lo que Me preguntaste”.
Arjuna entonces preguntó, ‘Oh, Señor, conforme a Ti, mil sacrificios Védicos no equivalen siquiera a un ayuno Ekadasi. Cómo puede ser? Como es que Ekadasi se vuelve el más meritorio de todos los días?

El Señor Sri Krsna replicó, ‘Te diré porqué Ekadasi es el más purificante de todos los días. En Satya-yuga vivió una vez un demonio maravillosamente temible llamado Mura. Siempre muy enojado, aterrorizaba a todos los semidioses, venciendo incluso a Indra, el rey del cielo; Vivasvan, el dios-sol; los ocho Vasus; (3) el Señor Brahma; Vayu, el dios-viento; y Agni, el dios-fuego. Con su terrible poder, el los tenía a todos bajo su control.
El Señor Indra luego recurrió al Señor Siva y le dijo, Todos hemos caído de nuestros planetas y ahora vagamos indefensos por la Tierra. Oh, señor, cómo podemos hallar un alivio a esta aflicción? Cuál será el destino de nosotros, los semidioses?”
El Señor Siva replicó, “Oh el mejor de los semidioses, ve a ese lugar donde reside el Seños Visnu, el conductor de Garuda. El es Jagannatha, el amo de todos los universos y también su amparo. El está consagrado a proteger a todas las almas rendidas a El 

El Señor Krsna continuó, ‘Oh, Arjuna, conquistador de riqueza, luego que el Señor Indra oyera estas palabras del Señor Siva, se dirigió junto con todos los semidioses al sitio donde el Señor Jagannatha, el Señor del universo, el protector de todas las almas, estaba descansando. Al ver al Señor durmiendo sobre el agua, los semidioses unieron las palmas de sus manos y, conducidos por Indra, recitaron las siguientes plegarias:
“Oh, Suprema Personalidad de Dios, todas las reverencias a Ti. Oh, Señor de señores, Oh, Tú que eres alabado por los principales semidioses, Oh enemigo de todos los demonios, Oh Señor de ojos de loto, Oh Madhusudana (matador del demonio Madhu), por favor protégenos. Temerosos del demonio Mura, nosotros, los semidioses, hemos acudido a Ti por amparo. Oh Jagannatha, Tú eres el hacedor de todo y el creador de todo. Tú eres el padre y la madre de todos los universos. Tú eres el creador, el sustentador y el destructor de todo. Tú eres la ayuda suprema de todos los semidioses, y solo Tú puedes llevarles paz. Tú solo eres la tierra, el cielo y el benefactor universal.

Tú eres Siva, Brahma y también Visnu, el sustentador de los tres mundos. Tú eres los dioses del sol, la luna y el fuego. Tú eres la mantequilla clarificada, la oblación, el fuego sagrado, los mantras, los rituales, los sacerdotes y el canto silencioso de la japa. Tú eres el sacrificio mismo, su patrocinador y el disfrutador de sus resultados, la Suprema Personalidad de Dios. Nada dentro de estos tres mundos, ya sea móvil o inmóvil, puede existir independiente de Ti. Oh Señor Supremo, Señor de señores. Tú eres el protector de quienes se refugian en Ti. Oh místico supremo, oh refugio de los temerosos, por favor rescátanos y protégenos. Nosotros, los semidioses, hemos sido derrotados por los demonios y de tal modo hemos caído del reino celestial. Despojados de nuestra posición, Oh Señor del universo, ahora estamos vagando por este planeta terrenal’.
El Señor Krsna continuó, ‘Habiendo oído a Indra y a los demás semidioses hablar estas palabras, Sri Visnu, la Suprema Personalidad de Dios, replicó, ‘Qué demonio posee tan grandes poderes engañosos que ha podido vencer a todos los semidioses? Cuál es su nombre y dónde vive? De dónde obtiene su fuerza y amparo? Dime todo, Oh Indra y no temas”.

El Señor Indra replicó, ‘Oh Divinidad Suprema, oh Señor de señores, Oh Tú que desvaneces el temor en los corazones de Tus devotos puros, Oh Tú que eres tan gentil con Tus fieles sirvientes, hubo una vez un poderoso demonio de la dinastía Brahman cuyo nombre era Nadijangha. Era extraordinariamente temible y completamente dedicado a destruir a los semidioses que engendró un hijo infame llamado Mura.
La gran ciudad capital de Mura es Candravati. Desde esa base, el terriblemente maligno y poderoso demonio Mura ha conquistado todo el mundo y dominado bajo su control a todos los semidioses, apartándolos de su reino celestial. El ha asumido los roles de Indra, el rey del cielo; Agni, el dios-fuego; Yama, el señor de la muerte; Vayu, el dios-viento; Isa, o el Señor Siva; Soma, el dios-luna; Nairrti, el señor de las direcciones y Pasi o Varuna, el dios-agua. El ha comenzado también a emanar luz en el rol del dios-sol, convirtiéndose asimismo en las nubes. A los semidioses les es imposible vencerlo. Oh Señor Visnu, por favor mata a este demonio y concede la victoria a los semidioses”.
Al oír estas palabras de Indra, el Señor Janardana se enojó mucho y dijo, ‘Oh semidioses poderosos, avancen ahora todos juntos sobre la ciudad capital de Mura, Candravati’. Así alentados, los semidioses reunidos se dirigieron a Candravati con el Señor Hari abriendo camino.

Cuando Mura vio a los semidioses, ese demonio sobresaliente comenzó a bramar muy sonoramente, junto a incontables miles de otros demonios, todos con armas brillantes y relucientes. Los demonios poderosamente armados golpearon a los semidioses, quienes comenzaron a abandonar el campo de batalla, dispersándose en las diez direcciones. Al ver al Señor Supremo Hrsikesa, el amo de los sentidos, presente en el campo de batalla, los furiosos demonios se lanzaron hacia El, con diversas armas en sus manos. Al arremeter contra el Señor, que sostiene una espada, un disco y una maza, El de inmediato hirió todos sus miembros con Sus flechas agudas envenenadas. De tal modo, murieron centenares de demonios por la mano del Señor.

Al final, el demonio principal, Mura, luchó con el Señor. Mura empleó su poder místico para inutilizar cualesquiera armas desplegara el Señor Supremo Hrsikesa. Ciertamente, las armas caín como flores sobre el demonio. Cuando el Señor no pudo vencerlo, ni siquiera con diferentes clases de armas –ya sea las que son arrojadas o aferradas-, El comenzó a luchar con Sus manos desnudas, que eran tan fuertes como mazas de hierro. El Señor luchó con Mura por mil años celestiales y luego, en apariencia fatigado, partió hacia Badarikasrama. Allí el Señor Yogesvara, el mayor de todos los yogis, el Señor del universo, entró a una bellísima caverna llamada Himavati para descansar. Oh Dhanañjaya, conquistador de riqueza, esa caverna medía noventa y seis millas de diámetro y solo tenía una entrada. Fui allí por temor y también para dormir.(4) No hay duda acerca de esto, Oh, hijo de Pandu, pues la gran lucha Me cansó mucho. El demonio me siguió a esa cueva y, al Verme dormido, comenzó a pensar en su corazón, ‘Hoy mataré a este matador de todos los demonios, Hari’.

Mientras el malvado Mura hacía planes de esta manera, desde Mi cuerpo se manifestó allí una joven de tez muy brillante. Oh hijo de Pandu, Mura vio que ella estaba equipada con diversidad de armas brillantes y estaba presta para luchar. Desafiado por esa mujer para la batalla, Mura se preparó y seguidamente luchó con ella, pero se sorprendió mucho al ver que ella luchaba incesantemente. El rey de los demonios dijo entonces, ‘Quien ha creado a esta niña temible y enojada que lucha tan poderosamente, tal como un rayo que cae sobre mí?’ Así diciendo, el demonio continuó luchando con la joven.
Súbitamente, esa diosa refulgente acabó con todas las armas de Mura y en un instante lo privó de su carro. El corrió hacia ella para atacarla a mano limpia, mas cuando ella lo vio arremeter, le cortó enojada la cabeza. Así pues, el demonio se desplomó en tierra de inmediato y fue a la morada de Yamaraja. El resto de los enemigos del Señor, por miedo y desamparo, entraron a la región subterránea del Patala.

Entonces el Señor Supremo se despertó y vio al demonio muerto delante Suyo, así como a la doncella inclinándose ante El con las palmas de las manos juntas. Con el rostro expresando asombro, el Señor del universo dijo, ‘Quién ha matado a este demonio vicioso? El venció fácilmente a todos los semidioses, Gandharvas e incluso al propio Indra, y sus compañeros, los Maruts, y también derrotó a las Nagas (serpientes), las regentes de los planetas inferiores. Incluso Me venció a Mí, haciendo que me ocultara en esta cueva por temor. Quién es la que Me ha protegido tan misericordiosamente luego que corriera del campo de batalla y viniera a dormir en esta cueva?’

La doncella dijo, ‘Yo soy quien ha matado a este demonio tras aparecer de Tu cuerpo trascendental. Ciertamente, Oh Señor Hari, cuando él Te vio durmiendo, quiso matarte. Comprendiendo la intención de esta espina al lado de los tres mundos, yo maté al maligno bribón, liberando de tal modo a todos los semidioses del temor. Yo soy Tu gran maha-sakti, Tu potencia interna, que infunde el temor en los corazones de Tus enemigos. He matado a este demonio que aterrorizaba al universo para proteger los tres mundos. Por favor dime porqué Te sorprendes de ver que este demonio ha sido muerto, Oh Señor.
La Suprema Personalidad de Dios dijo, ‘Oh, pura, estoy muy satisfecho de ver que eres tú quien ha matado a este rey de los demonios. De esta forma has hecho felices, prósperos y llenos de bienaventuranza a los semidioses. Dado que has dado placer a todos los semidioses en los tres mundos, estoy muy complacido contigo. Pide cualquier dádiva que desees, Oh auspiciosa. Te la concederé sin duda, aunque sea muy rara entre los semidioses’.

La doncella dijo, ‘Oh, Señor, si Tú estás complacido conmigo y deseas concederme una dádiva, entonces dame el poder de liberar de los mayores pecados a las personas que ayunan en este día. Deseo que la mitad del crédito piadoso obtenido por quien ayune, sea acreditado para aquel que solo come al anochecer (absteniéndose de granos y garbanzos) y que la mitad de este crédito piadoso sea ganada por aquel que solo come al mediodía. Además, que aquel que observe eventualmente un ayuno completo en mi día de aparición, con los sentidos controlados, llegue a la morada del Señor Visnu por un billón de kalpas (5) tras haber disfrutado de toda clase de placeres en este mundo. Este es el don que deseo obtener por Tu misericordia, mi Señor. Oh Señor Janardana, ya sea que una persona observe ayuno completo, coma solo a la noche o coma solo al mediodía, por favor concédele una actitud religiosa y finalmente la liberación”.
La Suprema Personalidad de Dios dijo, “Oh dama sumamente auspiciosa, lo que has solicitado está concedido. Todos mis devotos en este mundo ayunarán seguramente en tu día, y de tal modo se volverán famosos en los tres mundos y finalmente vendrán a quedarse Conmigo en Mi morada. Dado que tú, Mi potencia trascendental, has aparecido en el undécimo día de la Luna menguante, que tu nombre sea Ekadasi. Si una persona ayuna en Ekadasi, Yo quemaré todos sus pecados y dispensaré sobre ella Mi morada trascendental.

Estos son los días de la Luna creciente y menguante muy queridos por Mí: Trtiya (el tercer día), Astami (el octavo día), Navami (el noveno día), Caturdasi (el décimo-cuarto día) y especialmente Ekadasi (el undécimo día).
El mérito obtenido por ayunar en Ekadasi, es mayor que el obtenido por observar cualquier otra clase de ayuno o por ir a un sitio de peregrinaje, e incluso mayor que el alcanzado por dar caridad a los brahmanas. Te diré muy enfáticamente que esto es cierto”.
Habiendo en tal sentido dado Su bendición, el Señor Supremo desapareció. A partir de ese momento, el día Ekadasi se convirtió en el más meritorio y famoso en todo el universo. Oh Arjuna, si una persona observa estrictamente Ekadasi, Yo mataré a todos sus enemigos y le concederé el destino supremo. Ciertamente, si una persona observa este gran día de ayuno Ekadasi, en cualquiera de los modos prescritos, Yo removeré todos los obstáculos en su progreso espiritual y le concederé la perfección de la vida.

Así pues, Oh hijo de Prtha, te he descrito el origen de Ekadasi. Este único día remueve todos los pecados eternamente. Ciertamente, es el día más meritorio para destruir toda clase de pecados, y ha aparecido de modo de beneficiar a todos en el universo, dispensando todas las variedades de la perfección.
No se debe discriminar entre el Ekadasi de las Lunas creciente y menguante; ambos deben ser observados, Oh, Partha y no deben ser diferenciados de Maha-dvadasi. (8) Todo aquel que ayune en Ekadasi, debe reconocer que no hay diferencia entre ambos Ekadasis, pues ellos comprenden el mismo tithi.
Quienquiera ayune completamente en Ekadasi, siguiendo las reglas y regulaciones, llegará a la morada suprema del Señor Visnu, quien cabalga sobre Garuda. Gloriosos son quienes se consagran al Señor Visnu y pasan todo el tiempo estudiando las glorias de Ekadasi. Quien haga el voto de no comer nada en Ekadasi, sino que solo coma al día siguiente, obtiene el mismo mérito que aquel que ejecuta un sacrificio de caballo. De esto no hay duda.

En Dvadasi, el día después de Ekadasi, uno debe orar de la siguiente manera: “Oh Pundarikaksa, Oh Señor de ojos de loto, ahora comeré. Por favor ampárame”. Tras decir esto, el devoto sabio debe ofrecer algunas flores y agua a los pies de loto del Señor e invitar al Señor a comer, cantando el mantra de ocho sílabas tres veces. Si el devoto desea ganar el fruto de su ayuno, entonces solo debe beber agua tomada del recipiente santificado en que ofreciera agua a los pies de loto del Señor.
En Dvadasi, se debe evitar dormir durante el día, comer en la casa de otro, comer más de una vez, tener sexo, comer miel, comer en un plato de metal, comer urad dal y restregar aceite en el cuerpo individual. El devoto debe abandonar estas ocho cosas en Dvadasi. Si quiere hablar con un descastado en ese día, debe auto-purificarse comiendo una hoja de tulasi o una fruta amalaki. Oh el mejor de los reyes, desde el mediodía de Ekadasi hasta el amanecer de Dvadasi, uno debe ocuparse en tomar baños, adorar al Señor y ejecutar actividades devocionales, incluyendo el dar caridad y la ejecución de sacrificios de fuego. Si uno se hallare en circunstancias difíciles y no pudiera romper el ayuno de Ekadasi apropiadamente en Dvadasi, se lo puede romper bebiendo agua y en ese caso no se hallará en falta si vuelve a comer después de eso.

Un devoto del Señor Visnu que atienda día y noche estos tópicos todo-auspiciosos concernientes al Señor, de labios de otro devoto, será elevado al planeta del Señor y vivirá allí por diez millones de kalpas. (10) Y aquel que oiga siquiera una línea sobre las glorias de Ekadasi es liberado de las reacciones de pecados tales como matar a un brahmana. (11) De ello no hay duda. Por toda la eternidad, no habrá mejor modo de adorar al Señor Visnu que observar un ayuno en Ekadasi’.

Así termina la narración de las glorias de Margasirsa-krsna-Ekadasi, o Utpanna Ekadasi, del Bhavisya-uttara Purana.

Notas 

1. En la civilización Védica, se prohíbe disfrutar del sexo con la propia hija, madre,
hermana, cuñada o cualquier otro pariente femenino. 2. El Mahabharata declara, annadau jaladas caiva aturas cikitsakah/ trividham svargam
ayati vina yajñena bharatah: “Oh Bharata, aquel que brinde granos alimenticios, agua potable, medicinas o ayuda médica al necesitado, va al Cielo sin realizar ninguna clase de sacrificio”.
3. El Amara-kosa da los nombres de los ocho Vasus, como sigue: Dhara, Dhruva, Soma, Anila, Anala, Pratyusa y Prabhava.
4. Por supuesto, para el Señor Supremo no hay cuestión de temor o fatiga. El los evidenció como parte de Su pasatiempo en el cual apareció Ekadasi-devi.
5. Un kalpa, que son doce horas del Señor Brahma, dura 4.320.000.000 años. Dado que el Señor Krsna dice en el Bhagavad-gita (8.21) que “quien viene a Mi morada nunca regresa al mundo material”, se comprende que durante un billón de kalpas que el devoto reside en la morada del Señor Visnu, realizará servicio devocional y en tal sentido se calificará para permanecer allí eternamente.
6. Algunos de los muchos días de ayuno del calendario Védico, son como sigue: Trtiya: Hay un Trtiya en el cual uno debe ayunar. Este día ocurre durante la parte clara del mes de Vaisakha (Abril-Mayo). En este día uno debe adorar al Brahman Supremo y bañarse en el océano. Astami: Estos días de ayuno incluyen Krsna-Janmastami, Radhastami y Gopastami, cuando se debe ayunar hasta la medianoche, mediodía y puesta del sol, respectivamente. Navami: Estos incluyen Rama Navami y Aksaya Navami. Caturdasi: Estos días de ayuno incluyen Nrsimha Caturdasi, Ananta Caturdasi y Siva Caturdasi. Ekadasi: Entre todos estos días de ayuno, Ekadasi es el más querido para el Señor Krsna, Quien no pueda observar todos estos días de ayuno, puede obtener el mérito de cada uno de ellos, meramente por observar Ekadasi una vez.
7. Las tres vías recomendadas de observar ayuno en Ekadasi, son ayunando completamente, comiendo solo al anochecer, o comiendo solo una vez, en otro momento del día. Si uno come, debe abstenerse por completo de los granos y garbanzos.
8. A veces, por motivos astronómicos, Ekadasi debe ser observado al día siguiente, Dvadasi Este Maha-dvadasi se considera sumamente auspicioso.
9. El mantra de ocho sílabas es om namo narayanaya. 10. Ver nota 5. 11. Quien mate a un brahmana y luego posteriormente oiga acerca de las glorias de Utpanna
Ekadasi, será liberado de las reacciones de este pecado. No obstante, uno no debe 19
considerar de antemano que puede matar a un brahmana y que no será castigado simplemente por oír sobre este Ekadasi. Tal acto premeditado de pecado es una abominación.

domingo, 11 de noviembre de 2012

RAMA Ekãdasi 10/11/2012



RECETAS
Romper ayuno 11 NOVIEMBRE: 07:57 am - 09:00 am

MILI YULI SABYI KA SUP Sopa de hortalizas
Ingredientes:
  • 400 gramos de hortalizas lavadas y cortadas en finos trozos (apio, hinojo, patatas, zanahorias, hortalizas verdes, calabaza, etc.) 
  • 1⁄4 de litro de leche o nata líquida 
  • 25 gramos de mantequilla 
  • 4 hojas de laurel 
  • 1 cucharadita de cilantro en polvo
  • un manojo de albahaca fresca y sal

Preparación: 
Hierva las hortalizas, con las hojas de laurel, en una cantidad de agua al doble de su propio volumen. Agregue el cilantro en polvo y la albahaca. En el momento de servirla, agregue la mantequilla y la leche o nata líquida. Preparación y cocción: 30 minutos

ALU NARIAL RAITA Raita de patatas y coco
Ingredientes:
  • 1 kilo de patatas 
  • 100 gramos de coco fresco rallado 
  • 1⁄2 litro de yogur 
  • 1 cucharada sopera de jenjibre rallado 
  • 1 cucharada sopera de ghi 
  • 1 cucharadita de granos de mostaza 
  • 2 guindillas finamente picadas 
  • 2 cucharaditas de sal
  • 1 cucharada de menta fresca picada

Preparación: 
Hierva las patatas, pélelas y córtelas en forma de dados. Ponga éstos en una ensaladera y déjelos que se enfríen.
En ghi caliente saltee los granos de mostaza y luego agrégue el jenjibre y las guindillas picadas. Vierta esta mezcla de especias, y luego el yogur y el coco, sobre los dados de patata. Sale y mezcle con suavidad. Decore con la menta. Preparación y cocción: 30 minutos.

MASAL DUDH Leche con azafrán y pistachos
Ingredientes:
  • 1 litro de leche 
  • 100 gramos de pistachos pelados y picados 
  • 2 hebras de azafrán o 1⁄4 de cucharadita de azafrán en polvo 
  • 3 cucharadas soperas de miel 
  • 4 clavos de olor 
  • 1 cucharadita de canela en polvo

Preparación: 
En una cacerola de fondo grueso, hierva la leche con el azafrán, los clavos y la canela revolviendo con frecuencia. Retírela del fuego, quítele los clavos y agréguele los pistachos.
Sírvala lo más caliente posible y tómelo preferentemente por la noche. Preparación y cocción: 10 minutos

Conoce la historia Védica de la 23 Ramã Ekãdasi
Mahãraja Yudhisthira dijo, “Oh Janãrdana, oh protector de todos los seres, ¿cómo se llama el Ekãdasi que ocurre durante la quincena oscura del mes de Kãrtika? (Octubre-Noviembre). Por favor, impárteme este conocimiento sagrado.

El Señor Supremo Sri Krsna replicó, “Oh león entre los reyes, escucha por favor: El Ekãdasi que ocurre durante la parte oscura del mes de Kãrtika es llamado Ramã Ekãdasi. Es sumamente auspicioso, pues erradica de inmediato los pecados más grandes y concede la vía a la morada espiritual. Te narraré su historia y glorias.

Una vez vivió un famoso rey llamado Mukucunda, quien era amigo del Señor Indra, el rey del cielo así como de Yamarãja, Varuna y Vibhisana, el hermano piadoso de Rãvana. Mucukunda siempre decía la verdad y Me prestaba servicio devocional constantemente. Dado que regía conforme a los principios religiosos, en su reino no había perturbaciones.
La hija de Mucukunda llamada Candrabhaga, en honor a un río sagrado, fue dada por el rey en matrimonio a Sobhana, el hijo de Candrasena. Un día, Sobhana visitó el palacio de su suegro en el día auspicioso de Ekãdasi. Esta visita puso bastante ansiosa a la esposa de Sobhana, Candrabhãga, pues ella sabía que su esposo estaba físicamente muy débil e incapaz de soportar la austeridad de un ayuno completo de un día. Ella le dijo, “Mi padre es muy estricto respecto a seguir Ekãdasi. En Dasami, el día antes de Ekãdasi, el bate un gran tambor y anuncia: “ ¡Nadie debe comer en Ekãdasi, el día del Señor Hari!”

Cuando Sobhana oyó el sonido del tambor, le dijo a su esposa, ‘Oh hermosa, ¿ y ahora qué haré? ¡Por favor dime como puedo salvar mi vida y a la vez obedecer la rigurosidad de tu padre!

Çandrabhãgã replicó, ‘Mi querido esposo, en la casa de mi padre nadie -ni siquiera los elefantes y caballos, qué decir de los seres humanos-, come en Ekãdasi. Ciertamente, ninguno de los animales recibe su ración de granos, hojas o heno, ¡ni siquiera agua! en Ekãdasi, el día del Señor Hari. Así pues, ¿cómo puedes escapar al ayuno? Amado mío, si es que debes comer algo, entonces debes irte de aquí ahora mismo. Decide con firme convicción lo que harás’.

El Príncipe Sobhana replicó, “He decidido ayunar en el sagrado día Ekãdasi. Cualesquiera sea mi destino, seguramente sucederá”.
Con esa decisión, Sobhana intentó ayunar en ese Ekãdasi, pero se perturbó en exceso debido al hambre y la sed. En su momento, se puso el Sol en el Oeste y la llegada de la auspiciosa noche puso muy felices a todos los Vaisnavas. Oh Yudhisthira, todos los devotos disfrutaron la adoración del Señor Hari y permanecieron despiertos durante toda la noche, pero en el caso del Príncipe Sobhana, esa noche fue absolutamente insoportable. Ciertamente, cuando el Sol salió en Dvãdasi, Sobhana estaba muerto.

El Rey Mucukunda observó el funeral de su yerno, ordenando se reuniera una considerable provisión de madera para el fuego, pero ordenó a su hija Candrabhãgã que no se uniera a su esposo en la pira funeraria. Así pues Candrabhãgã, después de realizar todos los procesos purificatorios honrando a su esposo fallecido, continuó viviendo en la casa de su padre”.

El Señor Krsna continuó, ‘Oh el mejor de los reyes, aunque Sobhana murió debido a que observó Ramã Ekãdasi, el mérito adquirido le permitió, después de la muerte, convertirse en el regente de un reino en la cima de la Montaña Mandarãcala. Este reino era como una ciudad de los semidioses; muy brillante, con infinitas joyas incrustadas en las paredes de sus edificios. Las columnas estaban hechas de rubíes y el oro incrustado con diamantes brillaba por todas partes.

Cuando el Rey Sobhana se sentaba en un trono debajo de un dosel blanco puro, los sirvientes lo abanicaban con escobillas de yak. Sobre su cabeza descansaba una imponente corona, hermosos aretes adornaban sus orejas, un collar agraciaba su garganta y brazaletes y pulseras enjoyadas rodeaban sus brazos. Era servido por los Gandharvas (los mejores trovadores celestiales) y Apsarãs (danzarinas celestiales). Verdaderamente, parecía un segundo Indra.

Un día, un brãhmana llamado Somasarmã, que vivía en el reino de Mucukunda, llegó hasta el reino de Sobhana mientras viajaba por diversos lugares de peregrinaje. El brãhmana vio a Sobhana en toda su gloria resplandeciente y pensó que debía ser el yerno de su propio rey, Mucukunda. Cuando Sobhana vio al brãhmana que se acercaba, de inmediato se levantó de su trono y le dio la bienvenida. Luego que Sobhana hubiera ofrecido sus respetuosas reverencias, preguntó al brãhmana por su bienestar y por la salud y bienestar de su suegro (de Sobhana), su esposa y todos los residentes de la ciudad.

Somasarma replicó, ‘Oh rey, en el reino de tu suegro todos están muy bien y Candrabhãgã y demás miembros de tu familia también lo están. La paz y la prosperidad reinan en toda la tierra. Pero, oh rey, ¡me sorprende encontrarte aquí! Por favor cuéntame sobre tí. ¡Nadie ha visto jamás una ciudad hermosa como ésta! Ten la amabilidad de decirme como la obtuviste’.

El Rey Sobhana dijo, ‘Dado que observé Ramã Ekãdasi, se me entregó esta espléndida ciudad para reinar en ella. Mas pese a toda su grandeza, es solo temporal. Te ruego que hagas algo para corregir esta deficiencia. Ya lo ves, es solo una ciudad efímera. ¿Cómo puedo hacer permanentes su belleza y glorias? Ten la amabilidad de instruirme’.

El brãhmana preguntó, ‘ ¿Porqué este reino es inestable y de que manera ha de volverse estable? Por favor, explícamelo completamente y trataré de ayudarte’.
Sobhana respondió, ‘Dado que ayuné en Ekãdasi sin nada de fe, este reino no es permanente. Ahora oye como puede volverse permanente. Por favor vuelve con Candrabhãgã, la hermosa hija del Rey Mucukunda y dile lo que has visto y comprendido sobre este lugar y sobre mí. Seguramente si le dices eso, mi ciudad pronto se volverá permanente’.

Así pues, el brãhmana volvió a su ciudad y relató todo el episodio a Candrabhãgã, quien estaba tanto sorprendida como feliz al saber estas noticias. Ella dijo, ‘Oh brãhmana, ¿lo has visto en un sueño o es una realidad?

‘Somasarma replicó, ‘Oh princesa, ciertamente que he visto a tu último esposo cara a cara en ese maravilloso reino, que parece uno de los reinos de los semidioses. Mas el dice que todo su reino es inestable y puede desvanecerse en el aire en cualquier momento. Por lo tanto, tiene la esperanza de que tú encuentras una vía para hacerlo permanente’.

Candrabhãgã dijo, ‘Oh sabio entre los brãhmanas, ¡por favor llévame con mi esposo de inmediato, pues deseo muchísimo verlo de nuevo! Seguramente yo haré que su reino sea permanente con el mérito que he adquirido ayunando en cada Ekãdasi durante mi vida. Por favor reúnenos nuevamente. Se dice que quien reúne a las personas separadas obtiene un mérito muy grande’.

El brãhmana Somasarmã luego condujo a Candrabhãgã al refulgente reino de Sobhana. Antes de llegar a él, se detuvieron a los pies del Monte Mandarãcala, en el sagrado ãsrama de Vãmadeva. Al oír su historia, Vãmadeva cantó himnos de los Vedas y roció agua sagrada sobre Candrabhãga. Por la influencia de los ritos de ese gran rsi, el mérito que ella había obtenido por ayunar en tantos Ekãdasis, convirtieron su cuerpo en trascendental. Extática, con sus ojos maravillados, Candrabhãgã continuó su viaje.

Cuando Sobhana vio a su esposa aproximándose a él, en lo alto de la Montaña Mandarãcala, se abrumó de alegría y la llamó con gran felicidad. Luego que ella llegara, el la sentó a su izquierda, y ella le dijo, ‘’Oh muy querido, por favor escucha mientras te narro algo que te beneficiará grandemente. Desde que tenía ocho años de edad he ayunado regular y fielmente en cada Ekãdasi. Si te transfiero todo el mérito que he acumulado en tal sentido, tu reino seguramente se volverá permanente y su prosperidad aumentará hasta la venida de la gran inundación!’.

El Señor Krsna continuó, “Oh Yudhisthira, de esta forma Candrabhãgã, que estaba hermosamente adornada con los ornamentos más bellos y tenía un exquisito cuerpo trascendental, finalmente disfrutó de la paz y felicidad con su esposo. Por la potencia de Ramã Ekãdasi, Sobhana descubrió que su reino en la cima de la Colina Mandarãcala, podía cumplir todos sus deseos y dispensar sobre el la felicidad duradera, como la que se obtiene de la vaca Kãma-dhenu.

Oh el mayor de los reyes, así pues te he narrado las glorias de Ramã Ekãdasi.
Todo aquel que observe el sagrado Ekãdasi durante tanto la quincena clara como oscura de cada mes, es indudablemente liberado de las reacciones al pecado de matar a un brãhmana. No se debe distinguir entre los Ekãdasis de la parte clara y oscura del mes. Como hemos visto, ambos pueden conceder placer en este mundo y liberar incluso a las almas más caídas y pecaminosas. Tal como las vacas negras y las vacas blancas dan leche de la misma calidad, los Ekãdasis de la quincena oscura y clara conceden el mismo alto grado de mérito y eventualmente liberan del ciclo del nacimiento y la muerte. Todo aquel que simplemente oiga las glorias de este día sagrado, Ramã Ekãdasi, se libera de toda clase de pecados y llega a la morada suprema del Señor Visnu’.

Así termina la narración de las glorias de Kãrtika-krsna Ekãdasi o Ramã Ekãdasi, del
Brahma-vaivarta Purãna.
EKADASI, El Día del Señor Hari
Una traducción de Porciones de Diversos Puranas por Krsna-Dvaipayana Vyasa La Encarnación Literaria de Dios . KRSNA BALARAMA SWAMI Instituto Bhaktivedanta, Bombay, San Francisco. ED Tirupati.